lunes, 25 de julio de 2011

Capitulo 10

Por la tarde todos los chicos estuvieron juntos. Era complicado estar tranquilos en aquellas playa.


Sobre las 9 de la noche volvieron. Se marcharon a casa. Esa noche ninguno de ellos salieron a ver clubs para hacerse socios. La idea de Laura había parecida bastante buena, y todos estaban muy animados con ella.


Esa noche, Amy se acostó temprano. Pero antes de irse a la cama le echó un vistazo a esa noche de luna llena por su balcón. La noche no estaba normal, fallaba algo, pero ella no sabía que era lo que sucedía. Tenía miedo, la luna no estaba normal, nada era normal. Malos presentimientos estaban en su cabeza, aunque estaba segura de que no pasaría nada ni a su familia, ni a sus amigos, ni a David, ni a ella. Todos estaban en sus respectivas casas, era prácticamente imposible. Se relajó un poco dándose una ducha rápida y se acostó.


Quizás lo diferente estaba en sus sueños. Amy era una niña tranquila. No molestaba casi nunca. Cuando era pequeña por las noches no lloraba. Al contrario, se dormía y dejaba descansar a sus padres. Nunca había tenido pesadillas. Su vida estaba cambiando. Sus sueños también.


Hacía frío. Estaba en una especie de descampado sola. Anochecía. Estaba en pijama, tumbada en la tierra de aquel descampado, con una brecha en la cabeza. Parecía dormida pero no lo estaba. Se levantó y salió del descampado. Fuera los coches circulaban, en ese momento se oyó el choque de un coche contra otro. De lejos ella podía verlo. Era el Renault de su madre, pero no podía ver quién iba dentro. El coche que estaba frente a él no lo conocía.
La culpa del choque no la tuvo el coche de su madre. Inmediatamente el conductor del vehículo verde oliva se bajó de él. 
Abrió la puerta del Renault y gritó, Amy divisó que era su familia, pero ella no iba dentro.
¿Qué estaba pasando? Se preguntaba.
La ambulancia llegó, Amy corría inconscientemente hacía el coche. Su madre estaba ensangrentada. Su padre tenía una brecha enorme en la cabeza…y de repente…


-¡Amy! ¡Amy!-era Bárbara-¿Qué te pasa porque lloras?
-Mamá, habéis muerto-dijo entre sollozos, estaba muy nerviosa. Aún no se había dado cuenta de que todo había sido un sueño.
-Tranquila-Bárbara abrazó a su hija-¿Qué pasó?
-No…no lo sé. Estabais…estaba en un descampado…y vosotros..-de nuevo rompió entre lágrimas.
-No pasa nada cariño. Tan sólo fue una pesadilla. Date una ducha y después baja a desayunar. Son casi las 11. Antes llamó Laura. Me dijo que le llamaras.
-Vale, ahora la llamo-dijo Amy un poco más calmada.


Lentamente Amy se levantó de la cama. Miró el móvil y se dirigió hacia la ducha.
Salió del baño secándose el pelo con la toalla. Se puso frente al espejo, se maquilló, se peinó y se vistió. Luego fue a desayunar. Cuando una enorme tostada de mermelada de fresa entraba en la boca de Amy sonó el timbre. Bárbara fue a abrir y entró por la puerta de la cocina Laura.


-¡Por fin se despertó!-dijo Laura riéndose.-No he encontrado así un club muy de nuestro estilo. Pero hay uno que os gustará bastante, van chicos y chicas que tienen prácticamente los mismos gustos que nosotros y es gratis. Es como un local pero nuestro y va la gente que quiere siempre que hayan hablado con el chico que lo lleva. Yo lo he llamado esta mañana le he comentado nuestros gustos, respondí algunas preguntas que me hizo y bueno, pues me ha dicho que podemos ir al club. Nos dará una especie de pase para que no haya ningún problema con nadie, porque hace un tiempo cuando no había pases había gente que se colaba y destrozaba el local, los daños eran considerables y quiere evitar cualquier tipo de conflictos-Amy seguía desayunando- ¿te apetece ir esta noche?


Amy tragó el último trozo de tostada y le contestó.


-Vale, había pensado en ir a buscar a los chicos e ir de tiendas hoy. Quiero mirar unos zapatos. Aún tengo dinero de mi cumpleaños y el otro día cuando iba con David vi unos tacones negros que me encantaron.
-De acuerdo, acaba y nos vamos-Laura se sentó en una silla al lado de Amy. Eva estaba también en la cocina con la tele puesta pero se estaba quedando dormida y ni siquiera se dio cuenta de que Laura estaba allí.


Amy acabó de desayunar y las dos chicas se fueron a buscar a los demás para ir de compras y más tarde visitar el club.
Amy se compró los zapatos que buscaba, mientras unos comentaban un tema Laura y Amy hablaban sobre el sueño de Amy. Ella se lo había contado, pero Laura no le dio la mayor importancia, pero Amy estaba muy preocupada y ni siquiera ella sabía porque.


-Dejemos el tema-dijo Amy.
-Como quieras, pero pienso que es una tontería, una pesadilla sin importancia-contestó Laura y le sonrió.
-¡Chicas! ¿Qué os parece ir a comer al restaurante este que está a la vuelta de la esquina?-dijo Aarón interrumpiendo su conversación.
-Vale, pero esperaos un momento que tengo que avisar a mi madre-dijo Amy
-Yo también la voy a llamar-Laura cogió el móvil y la llamó.


Los chicos se fueron a comer, después de comer se marcharon a dar un paseo. Aarón quería enseñarles algo. Cuando llegaron a un parque lejano al restaurante vieron que había un chico sentado en un banco justo en frente de la entrada del parque. Aarón se echo a correr y el chico se levantó, le dio un abrazo y le besó. Todos se acercaron.


-¡Este es Kevin! Estoy saliendo con él desde hace una semana-dijo Aarón presentándolo.


Todos se quedaron un poco impresionados porque Aarón no era de las personas que mantiene secretos, al contrario, le gusta hablarlo todo y lo había tenido muy callado, ninguno se lo esperaba.


-Parece que has madurado tío-dijo Laura entre risotadas. Todos se rieron
-Eso parece-contestó Aarón.
-Me ha dicho Aarón que habéis entrado en un club que yo ya conocía, es más, formo parte él, ¿vais a ir hoy?-dijo Kevin
-Sí, que coincidencia ¿no?-dijo Toni
-Coincidencia no, mucha gente de la ciudad forma parte del club, solo que casi nunca nos reunimos todos, cada uno va a una hora; unos por la tarde, otros por la mañana, otros ni si quieran van…
-No lo sabía-dijo Toni sonriendo-yo si quiero ir hoy.
-¡Pues vamos!-dijo Laura.


Los chicos tomaron dirección al club. La calle no estaba muy ruidosa; eran las 3 de la tarde, la gente que no estaba comiendo, dormía. Hacía demasiado calor para salir a la calle. Un grupo de obreros que iban a acabar ya su jornada laboral recogían unos sacos de cemento que estaban en la calle y lo metían dentro de la casa en obras.
Unos niños salían de un piso corriendo, su madre iba más tranquila detrás. Los chicos eran gemelos y no parecían tener más 7 años. La madre aparentaba unos 35. Iba con una bolsa de piscina con toallas dentro que la delataba e indicaba que marchaban a la piscina por ello la locura de los niños.
Un poco más adelante una joven de unos 15 años tiraba la basura.
El sol calentaba las calles de la ciudad, que parecía muerta.
Al llegar al club Kevin les presentó al resto de los chicos la gente que había dentro de ese “piso”. Después de las presentaciones se dispersaron: Laura y Amy observaron una Wii y se dirigieron hacia ella para jugar acompañadas de una chica que les acababan de presentar, se llama Sandra, era pelirroja, alta, ojos verdes y no muy alta; Kevin y Aarón se sentaron en un sofá a charlar con otros amigos de Kevin; Toni y David hablaban con uno de los chicos que mantenía el club y les informaba de que tendrían que pagar 5€ todos los meses para cubrir los gastos de las bebidas, la luz etc. Más tarde, cuando dejaron la conversación abrieron una nevera, cogieron unas refrescos y fueron con sus respectivas chicas a jugar a la Wii.
Nickelback sonaba de fondo.
Pasaron el resto de la tarde en aquel club y por la noche se fueron cada uno a sus respectivas casas. Estaban agotados.


Amy al llegar a su casa observó que no era muy tarde. Sus padres estaban cenando, Eva, como de costumbre no estaba en casa. Había una fiesta en la piscina, y por supuesto ella.
Amy y Eva eran totalmente diferentes, polos opuestos; Amy odiaba a la gente como Eva y Eva odiaba a la gente como Amy, pero al fin y al cabo eran hermanas, y es cierto que discutían pero se querían mucho. Dentro de casa, cuando hablaban pacíficamente, las chicas se olvidaban de sus gustos musicales, del maquillaje, de la ropa. Dentro de casa eran hermanas y aunque no discutieran por ninguna de las cosas nombradas anteriormente, discutían por cualquier otra cosa, pero si alguna de las dos faltaba en casa durante un tiempo se echaban de menos; eso ocurre en todas las familias ¿no es cierto?.


Amy se sentó en la mesa tras haber cogido un vaso, un plato, una servilletas y unos cubiertos y se sirvió la comida.


-¿Qué tal el día?-preguntó Álvaro
-Pues bastante bien, me he comprado unos zapatos que tengo ahí-dijo Amy señalando la bolsa con los zapatos que había dejado en la entrada de la cocina-y luego hemos ido a comer, dimos un paseo y fuimos al club que está muy bien, Laura busca cosas buenas realmente. Hay gente que tiene muchas cosas en común con nosotros.
-¿Y donde está ese club?-intervino Bárbara.
-Unas calles más abajo que el centro comercial, es una sala, como la de un bar, y tienen: televisión, consolas de todo tipo, bebidas, sofás, música. Está genial y solo tenemos que pagar 5€ al mes para pagar la luz y las bebidas. Va mucha gente-Amy se metió un poco de ensalada en la boca.
-Me alegro de que hayáis encontrado un sitio fijo donde pasar las tardes, y si es con amigos vuestros mejor-dijo Álvaro.
-La verdad es que sí-contestó Amy sonriendo. 


Acabaron de cenar y Álvaro ayudó a Amy a poner el lavavajillas, Amy se subió a su cuarto, se iba a quedar sola en casa; sus padres se marchaban a casa de unos amigos a tomar unas copas. Eva no había llegado aún. 


23:54


Amy enciende el ordenador y se pone a hablar con sus amigos. Un poco más tarde suena el teléfono, era Laura.


Tras mantener una conversación de 2 horas y media suena la puerta de la casa.


-Laura te tengo que dejar, mañana seguimos hablando, creo que ha llegado mi hermana.-seguidamente colgó. Bajó las escaleras y antes de pisar el último escalón vio que era Eva.


-Buenas noches-dijo Eva.
-Hola, ¿Qué tal la fiesta?
-Bien, la verdad es que no ha sido algo del otro mundo, una fiesta cualquiera. ¿Y tú que tal?
-Genial. Sube y acuéstate que como vengan papá y mamá y se enteren que has llegado a las tres menos cuarto de la mañana te matan.
-¿Dónde están?
-En casa de Lorenzo y Miriam, han ido a tomarse unas copas, pero habrán salido como siempre y no llegaran hasta dios sabe cuando…
Las chicas subieron a las habitaciones. Amy apagó el ordenador y se enchufó los cascos del iPod pero fue incapaz de dormirse. Eva se durmió nada más acostarse, estaba agotada.

jueves, 7 de julio de 2011

Capítulo 9

Al día siguiente las chicas y Álvaro prepararon el desayuno a su madre y le dieron los regalos.
Los días pasaban, exámenes finales, agobios, poco tiempo para estar con tus amigos, con tu familia, con tu chico…
A Amy las tardes se le hacen eternas cuando está frente a ese maldito libro de historia. Las noches aún más. Cena temprano, se acuesta temprano, y cuando está en la cama incapaz de dormir. Una nueva obsesión a aparecido en su mente hace pocos días “CELOS”.
En una de estas noches de insomnio cuando ya los examenes han finalizado y quedan 2 días para las vacaciones Amy llama a Laura.


00:54


-Laura, ¿tú crees que David me es infiel?
-No, que va. ¿Por qué?
-Últimamente está muy raro conmigo.
-Pues no seas tonta, que David está muy pillado por ti y no creo que te esté poniendo los cuernos. Una pregunta…
-Dime
-¿Por qué no hablas esto con él? Es la 1 de la mañana…
-Vale, mañana hablamos anda. Duerme.
-Adiós


Llega ese día tan esperado. VACACIONES. Esa misma tarde David y Amy se irán a la playa. 
Amy oye el timbre de su casa. Es David. Ella coge las cosas y se monta en la moto con él.
150km/h. Los brazos de Amy presionaban fuertemente el torso de David, que ni siquiera lo notaba debido a la velocidad.


Al llegar Amy se baja de la moto. Está anocheciendo, pasarán allí toda la noche y posiblemente el día siguiente. Observa que la playa está prácticamente vacía y echa a correr y a saltar con su brillante y reluciente sonrisa.
En ese momento se olvida de sus padres, de su hermana, de sus amigos, de sus problemas. De los celos…Será una gran noche.


David busca unos palos para encender una pequeña hoguera que alumbre la playa. Ya anocheció por completo. Mientras Amy se está bañando.


-¡Ven al agua!-grita ella. David sonríe.
-¡Prefiero los baños a medianoche!
Mientras Amy está nadando hacía la orilla. Llega ha donde está David y encienden la hoguera. Los labios de Amy presionan los de David.


Después de la cena se tumban a la orilla donde las olas del mar les hacen cosquillas en los pies. Observan las estrellas.


-Nunca pensé que podría llegar a ser tan feliz-dice Amy.
-Serás feliz durante toda tu vida. Es un siempre recuerdas.
-Claro que sí…¿sabes? Últimamente pues…he pensado que tú podrías estar…
-¿Estar que?
-Con otra chica.
-No. Sabes que no.-David pasa su mano por el precioso pelo de Amy. La luz del fuego hace que los ojos de Amy tengan un brillo diferente y especial. Sus labios rozan los de David. Este la coge en brazos. 
-¡Uno, dos y tres!-grita David mientras echa el cuerpo de Amy en su hombro derecho. Ella grita, pero ese grito se va apagando y sustituyendo por una suave carcajada que suena en el oído de David como la mejor canción que se ha inventado en la vida. Esa risa se rompe cuando una ola enorme choca con sus cuerpos. Vuelven a salir a la superficie los dos abrazados. Sus rostros están a 1 milímetro.


-Le amo.-dice Amy
-¿A quién? Haber si el que se va a tener que poner celoso soy yo-dice David mientras ríe.
-A un chico que se llama David, que me tiene abrazada ahora mismo, entre las olas de la playa, con su cara a 1 milímetro de la mía, rubio, precioso. ¿Te suena?
-Pues no mucho. Por el principio sí, pero el final es un poco mentira ¿no?
-¡Tonto!-susurra Amy mientras mete la cabeza de David debajo del agua y se ríe.


No durmieron en toda la noche. Tenían que celebrar muchas cosas: habían acabado el curso, se habían sacado el graduado de la ESO, llevaban un día más juntos. La relación cada vez se hacía más fuerte.


A la mañana siguiente te tumbaron a la orilla del mar a ver amanecer.


-Es la primera vez que veo amanecer ¿sabes?-dijo Amy
-¿Sí?
-Sí-Amy sonrió a David. Él le abrazó y se quedaron dormidos pero poco más tarde el sonido del teléfono de Amy les despertó. Estaban agotados. 


-¿Quién es?-pregunto David antes de que Amy cogiera el móvil.
-Laura…


-¡Buenos días pequeña!-grito Laura desde él otro lado del teléfono.
-Hola
-¿Sigues en la playa?
-Sí.
-Pues mira he pensado que si llamo a Aarón y a Toni quizás quieran ir a la playa, pasamos allí el día todos juntos y por la noche pues no se, nos vamos algún parque. Me estoy informando sobre clubs que hay en la ciudad o cerca de ella. Clubs en los que ponen música que nos gusta a los 5 y tal ¿sabes? Y bueno pues nos hacemos socios o lo que sea necesario porque a parte de ir a la piscina, a la playa este verano también tiene noches y digo yo que tendremos que salir por ahí, relacionarnos…y yo no voy a botellones donde ponen esa asquerosa música electrónica, o reggaeton…


Amy tenía ya el móvil apartado de su oído porque como siempre, Laura daba unas voces muy altas que las podían oír los habitantes de la ciudad de al lado. 


-Es muy temprano, ¿cuando te has levantado?
-Hace media hora.
-Y en media hora te ha dado tiempo a pensar todo eso.
-No lo tenía pensando desde hace tiempo, pero como sé que estáis en la playa pues he dicho, voy a llamarla y te he llamado. Entonces quedamos en eso ¿no? Espéranos por la entrada de la playa y dentro de un par de horitas nos vemos.
-Vale-dijo Amy cansada de no haber dormido nada.
-¡Adiós!
-Adiós