jueves, 7 de julio de 2011

Capítulo 9

Al día siguiente las chicas y Álvaro prepararon el desayuno a su madre y le dieron los regalos.
Los días pasaban, exámenes finales, agobios, poco tiempo para estar con tus amigos, con tu familia, con tu chico…
A Amy las tardes se le hacen eternas cuando está frente a ese maldito libro de historia. Las noches aún más. Cena temprano, se acuesta temprano, y cuando está en la cama incapaz de dormir. Una nueva obsesión a aparecido en su mente hace pocos días “CELOS”.
En una de estas noches de insomnio cuando ya los examenes han finalizado y quedan 2 días para las vacaciones Amy llama a Laura.


00:54


-Laura, ¿tú crees que David me es infiel?
-No, que va. ¿Por qué?
-Últimamente está muy raro conmigo.
-Pues no seas tonta, que David está muy pillado por ti y no creo que te esté poniendo los cuernos. Una pregunta…
-Dime
-¿Por qué no hablas esto con él? Es la 1 de la mañana…
-Vale, mañana hablamos anda. Duerme.
-Adiós


Llega ese día tan esperado. VACACIONES. Esa misma tarde David y Amy se irán a la playa. 
Amy oye el timbre de su casa. Es David. Ella coge las cosas y se monta en la moto con él.
150km/h. Los brazos de Amy presionaban fuertemente el torso de David, que ni siquiera lo notaba debido a la velocidad.


Al llegar Amy se baja de la moto. Está anocheciendo, pasarán allí toda la noche y posiblemente el día siguiente. Observa que la playa está prácticamente vacía y echa a correr y a saltar con su brillante y reluciente sonrisa.
En ese momento se olvida de sus padres, de su hermana, de sus amigos, de sus problemas. De los celos…Será una gran noche.


David busca unos palos para encender una pequeña hoguera que alumbre la playa. Ya anocheció por completo. Mientras Amy se está bañando.


-¡Ven al agua!-grita ella. David sonríe.
-¡Prefiero los baños a medianoche!
Mientras Amy está nadando hacía la orilla. Llega ha donde está David y encienden la hoguera. Los labios de Amy presionan los de David.


Después de la cena se tumban a la orilla donde las olas del mar les hacen cosquillas en los pies. Observan las estrellas.


-Nunca pensé que podría llegar a ser tan feliz-dice Amy.
-Serás feliz durante toda tu vida. Es un siempre recuerdas.
-Claro que sí…¿sabes? Últimamente pues…he pensado que tú podrías estar…
-¿Estar que?
-Con otra chica.
-No. Sabes que no.-David pasa su mano por el precioso pelo de Amy. La luz del fuego hace que los ojos de Amy tengan un brillo diferente y especial. Sus labios rozan los de David. Este la coge en brazos. 
-¡Uno, dos y tres!-grita David mientras echa el cuerpo de Amy en su hombro derecho. Ella grita, pero ese grito se va apagando y sustituyendo por una suave carcajada que suena en el oído de David como la mejor canción que se ha inventado en la vida. Esa risa se rompe cuando una ola enorme choca con sus cuerpos. Vuelven a salir a la superficie los dos abrazados. Sus rostros están a 1 milímetro.


-Le amo.-dice Amy
-¿A quién? Haber si el que se va a tener que poner celoso soy yo-dice David mientras ríe.
-A un chico que se llama David, que me tiene abrazada ahora mismo, entre las olas de la playa, con su cara a 1 milímetro de la mía, rubio, precioso. ¿Te suena?
-Pues no mucho. Por el principio sí, pero el final es un poco mentira ¿no?
-¡Tonto!-susurra Amy mientras mete la cabeza de David debajo del agua y se ríe.


No durmieron en toda la noche. Tenían que celebrar muchas cosas: habían acabado el curso, se habían sacado el graduado de la ESO, llevaban un día más juntos. La relación cada vez se hacía más fuerte.


A la mañana siguiente te tumbaron a la orilla del mar a ver amanecer.


-Es la primera vez que veo amanecer ¿sabes?-dijo Amy
-¿Sí?
-Sí-Amy sonrió a David. Él le abrazó y se quedaron dormidos pero poco más tarde el sonido del teléfono de Amy les despertó. Estaban agotados. 


-¿Quién es?-pregunto David antes de que Amy cogiera el móvil.
-Laura…


-¡Buenos días pequeña!-grito Laura desde él otro lado del teléfono.
-Hola
-¿Sigues en la playa?
-Sí.
-Pues mira he pensado que si llamo a Aarón y a Toni quizás quieran ir a la playa, pasamos allí el día todos juntos y por la noche pues no se, nos vamos algún parque. Me estoy informando sobre clubs que hay en la ciudad o cerca de ella. Clubs en los que ponen música que nos gusta a los 5 y tal ¿sabes? Y bueno pues nos hacemos socios o lo que sea necesario porque a parte de ir a la piscina, a la playa este verano también tiene noches y digo yo que tendremos que salir por ahí, relacionarnos…y yo no voy a botellones donde ponen esa asquerosa música electrónica, o reggaeton…


Amy tenía ya el móvil apartado de su oído porque como siempre, Laura daba unas voces muy altas que las podían oír los habitantes de la ciudad de al lado. 


-Es muy temprano, ¿cuando te has levantado?
-Hace media hora.
-Y en media hora te ha dado tiempo a pensar todo eso.
-No lo tenía pensando desde hace tiempo, pero como sé que estáis en la playa pues he dicho, voy a llamarla y te he llamado. Entonces quedamos en eso ¿no? Espéranos por la entrada de la playa y dentro de un par de horitas nos vemos.
-Vale-dijo Amy cansada de no haber dormido nada.
-¡Adiós!
-Adiós

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